¿Es que Cristo está dividido? 1Cor 1, 1-17. A esta pregunta directa que nos hace San Pablo en la Carta a los corintios, lema para la Semana, en Soria, en nuestra realidad más cercana, hemos respondido que NO. Cristo no está dividido, Él sigue siendo Uno y, en la medida que nuestros corazones y nuestras voluntades, nuestras actitudes y nuestras decisiones se acerquen a él, haremos también visible para todos que Él es, ha sido y será, por siempre, Uno.
Como en los últimos años, en esta ocasión hemos sido tres confesiones las que nos hemos reunido para preparar y celebrar esta hermosa Semana de oración juntos. La Delegación episcopal de ecumenismo y diálogo interrreligioso, unida a la Iglesia Ortodoxa Rumana y las Iglesias evangélicas Sión y Cuerpo de Cristo, y con la oración y apoyo de la Primera Iglesia Baptista de Abilene (Texas) en la distancia, nos hemos unido a la vez a millones de cristianos repartidos por el mundo para pedirle al Padre que todos seamos uno, como el mismo Jesús se lo pidió poco antes de entregar su vida por nosotros.
Con este fin, pedir a Dios el don de la unidad y dar a conocer el mensaje de amor, perdón y salvación de Cristo, hemos compartido una semana muy intensa de oración y encuentro que describimos a continuación.
En rueda de prensa, ante los medios de comunicación, Ángel Hernández Ayllón (católico), Gabriel Danila (ortodoxo) y el pastor Eduardo Hernández Ayllón (evangélico) presentaron la Semana de oración el viernes 17 de enero en la Casa diocesana de la capital soriana.
En este mismo lugar, el sábado 18, se daba comienzo al programa preparado de manera conjunta por las tres confesiones, con una presentación de la Semana. En ella, Angel Hernández Ayllón, delegado episcopal de ecumenismo y diálogo interreligioso, expuso brevemente lo que había supuesto para el ecumenismo la celebración de la última Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias, que tuvo lugar el pasado mes de noviembre en Busán (Corea); el P. Gabriel Danila, sacerdote de la Iglesia Ortodoxa Rumana en Soria, se refirió a la conmemoración en el presente año del cincuentenario del encuentro y del abrazo del Papa Pablo VI y Atenágoras I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, en Jerusalén, tan importante para el acercamiento entre católicos y ortodoxos en el S. XX y también de la importante relación entre Juan Pablo II y el Patriarca Teoctisc de Rumanía, que tanto contribuyó a la sanación de la memoria entre estas dos confesiones hermanas (momentos que tendrán su continuidad el próximo mes de mayo con el encuentro entre el Papa Francisco y el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I). Finalmente, Eduardo Hernández Ayllón, pastor evangélico, presentó la figura de Nelson Mandela como hombre que vivió y luchó por la ruptura de barreras sociales, raciales, políticas, como modelo de cristiano que cambió la sociedad en la que le tocó vivir según el modelo evangélico. Tras estas intervenciones se animó a los asistentes a participar de las actividades programadas para la Semana.
El domingo 19 de enero, a la una y media de la tarde, vivimos un momento de oración en la calle, que fue acompañado por la lectura de un Manifiesto por la unidad de los cristianos elaborado por todo el equipo multiconfesional. La Palabra de Dios, nuestra oración y los deseos de unidad del centenar largo de cristianos que allí nos reunimos, llenaron la Plaza de San Esteban. A continuación, compartimos una comida fraterna a la que asistieron también algunos miembros de la Iglesia Cuerpo de Cristo, su pastor en Soria, Juan Carlos Lejarriaga, y el pastor Manuel Zamora, de Zaragoza. También compartimos la mesa con la Delegación de migraciones de la Diócesis de Osma-Soria, con Artur Z. Rozniack y los demás miembros de la Delegación, en el día en que también celebrábamos el día de los inmigrantes y refugiados.
Al igual que el pasado año, convocamos un encuentro-mesa redonda en el que compartir nuestra preocupación por la situación social que atravesamos junto a políticos, periodistas y gente relevante de la vida social soriana. Tuvo lugar el lunes 20 de enero y a él acudieron un representante de la política local y provincial, Juan Carlos Cacho y la directora del periódico Heraldo de Soria, Mónica Fuentes, así como uno de los miembros más significativos de la plataforma ciudadana Soria Ya, Goyo Alonso. Desde nuestra perspectiva y compromiso cristiano consideramos que fue un momento importante pues estamos convencidos de que hemos de unir fuerzas desde todas las instancias para construir entre todos una sociedad en cuyo centro se situe la persona y su dignidad, no intereses de ningún tipo. Como cristianos, y unidos, expusimos nuestro deseo de aportar a la sociedad ese mensaje de paz y de sanación a las que nuestra fe nos mueve.
Al día siguiente, el martes por la tarde, dirigimos nuestros pasos a visitar enfermos y ancianos, y a orar con ellos y sus familias: a acompañar a los más débiles e invisibles de nuestra sociedad. Y a continuación, participamos de los programas de atención a familias y madres necesitadas de la parroquia de Santa María La Mayor.
El míercoles 22, en la Casa diocesana, el equipo de la Delegación de ecumenismo expuso el viaje realizado el pasado mes de diciembre por cinco de sus miembros a Texas (EEUU), dentro del proyecto común de cooperación y hermanamiento con la Primera Iglesia Baptista de Abilene, con la que estamos caminando desde hace tres años, en oración, comunión y misión, proyecto que comenzó con la llegada de la familia Cole, misioneros cooperativos de esta Iglesia, a Soria. También se dieron a conocer los proyectos que se están poniendo en marcha a nivel social y los planes de futuro de esta relación multiconfesional.
Una aventura extraordinaria fue la película que nos reunió a todos el jueves 23 en la Iglesia Sión. Película que muestra, a través de la historia de unn famiiia de orcas atrapadas en el Ártico, lo que se puede conseguir gracias a la unión de fuerzas, por una buena causa, de todo un pueblo. Cuando los grupos humanos diversos se unen y ponen todas sus fuerzas en una misma dirección, se puede llegar a movilizar incluso al mundo entero y se consigue lo que parece imposible.
El viernes 24 salimos a la calle. Mostramos en la Plaza del Rosel y de San Blas una exposición gráfica sobre ecumenismo, en la que también se invitaba a que la gente expresara su idea sobre la unidad de los cristianos. Y propiciamos un momento de encuentro y conversación con los viandantes que se acercaban, invitándoles a un chocolate caliente en la fría tarde invernal. Seguidamente, a las siete y media, en el coro de la Santa María La Mayor, recibimos con mucha alegría a Migueli, cantante cristiano y gran amigo que nos llevó, una vez más, de la mano hacia el mensaje esencial, a la celebración del Amor de Cristo desde el corazón, y nos invitó a vivirlo, con naturalidad, a pie de calle. Vibramos y nos emocionamos con sus palabras, su música, reflejo de una vida vivida, sentida, sufrida y, sobre todo, celebrada, siempre con, por y para Cristo, desde el corazón del mundo.
La tarde del sábado 25, en la ermita de la Virgen del Mirón, celebramos la Oración ecuménica con la presencia del Obispo, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, el sacerdote ortodoxo rumano P. Gabriel Danila, los pastores de la Iglesia Sión, Máximo Pascual y Eduardo Hernández Ayllón, el delegado de ecumenismo y diálogo interreligioso, P. Ángel Hernández Ayllón, y un nutrido grupo de cristianos miembros de las tres comunidades. Se siguieron las directrices de la oración preparada para este año por las Iglesias de Canadá ; fue una bella celebración en la que se hizo especial hincapié en el intercambio de dones y en el compartir de los mismos como pertenecientes a la única Iglesia de Cristo (presentamos simbólicamente una Biblia, un icono y el anillo episcopal como signo de la sucesión apostólica, por parte evangélica, ortodoxa y católica respectivamente) y en la que todos los participantes pudimos disfrutar, desde lo más profundo de nuestro corazón, ese sentirnos hermanos e hijos de un mismo Dios.
Por parte de la Delegación también se ha realizado este año una nueva iniciativa que ha consistido en visitar y acompañar durante la Santa Misa, durante varios días de la semana, a algunas de las parroquias de la capital soriana (San Pedro, El Salvador, Santa Bárbara, San Francisco y San José) para presentar el trabajo de la Delegación en pos de la unidad, para dar a conocer la situación y las relaciones entre las distintas confesiones en nuestra realidad soriana y para orar junto a nuestras comunidades en este sentido. Esta iniciativa de sensibilización hacia la necesidad del acercamiento entre unos y otros cristianos, dirigida al conocimiento mutuo, va a tener continuidad a lo largo del año.
Jesús dijo : Que todos sean uno, para que el mundo crea (Jn 17, 21. Por ello seguimos y seguiremos orando por la unidad, siguiendo esta exigencia de Jesús. En primer lugar para demostrar que Cristo es Uno ; en segundo lugar para que el mundo crea en Él. Cuanto más nos acerquemos a Él, más cerca estaremos los unos de los otros. Como cristianos, unidos, en este camino de conocimiento mutuo y oración, donemos al mundo paz, reconciliación y amor. Cristo no está dividido.
Delegación de ecumenismo y diálogo interreligioso