Esta mañana, lunes 6 de julio, el Obispo de Osma-Soria, Mons. Abilio Martínez Varea, ha presidido la Santa Misa con la que la parroquia de Almazán ha querido dar gracias a Dios y despedir a la comunidad de Hijas de la Caridad que han atendido, desde finales del s. XIX, a los mayores y desfavorecidos en Almazán.
En la celebración, que ha tenido lugar en la residencia “Nuestra Señora de Guadalupe”, han participado, entre otros, el alcalde de la Villa adnamantina, Jesús M. Cedazo Mínguez, y Sor Antonia González Granado, Visitadora de las Hijas de la Caridad de la Provincia de Santa Luisa.
Las Hijas de la Caridad llegaron a Almazán hace 127 años. En 1893 llegaron cuatro religiosas para dedicarse al cuidado de los enfermos en el hospital, “después de la firma de un convenio con el Ayuntamiento, que siempre ha estado impulsando y sosteniendo esta misión, tanto en el hospital como en la residencia”, ha recordado la Visitadora. En 1896, la corporación municipal pidió otra religiosa para una escuela de párvulos. Durante la Guerra Civil, el hospital se convirtió en hospital de sangre y las religiosas se quedaron para atender a los heridos. En la posguerra el centro hospitalario “pasó por una época de gran dificultad económica y Sor Dorinda, hermana de gran coraje e iniciativa, se implicó enormemente para hacer frente a la situación”. Posteriormente, una parte del hospital se dedicó a residencia de ancianos y, en 1984, se construyó el nuevo edificio dedicado únicamente a la atención de ancianos.
Durante todos estos años, “las hermanas han aportado una atención integral desde el carisma vicenciano, de opción preferencial por los más vulnerables, ayudando a crear un ambiente de sencillez, cercanía y confianza y aportando atención espiritual a nuestros mayores”.
Sor Antonia, en nombre de la comunidad, ha querido agradecer “a trabajadores y profesionales el cuidado y atención a los ancianos, también a nuestras hermanas que se iban haciendo mayores”. Y ha concluido: “Después de 127 años y con la misión cumplida llega el momento decir adiós. Pero la misión continua a través del equipo de buenos profesionales, con una dirección implicada y apoyada por el alcalde, D. Jesús, junto al Patronato de la Residencia”.