El pasado 21 de agosto, la Junta de Castilla y León ha vuelto a implementar y/o recordar nuevas normas ante el aumento de los casos por coronavirus en la región.
“A nosotros como Iglesia nos afectan, evidentemente”, ha escrito el Vicario General, Gabriel-Ángel Rodríguez Millán, quien ha recordado que el aforo se vuelve a reducir al 50%, en el enterramiento del cadáver sólo podrá haber 50 personas y ha pedido seguir extremando las cuestiones higiénicas (gel desinfectante y limpieza posterior de bancos y otros objetos).
“Sería conveniente insistir a nuestros fieles en la necesidad de ser puntuales cuando vienen a los templos. En la situación que vivimos supone un verdadero trastorno para los encargados de acomodarlos”, según el Vicario General. “Por lo demás, siguen en vigor la mayor parte de las medidas enviadas en junio”, ha concluido.