La Diócesis de Osma-Soria hace suyas, a través de la Delegación episcopal de enseñanza, las reflexiones de los delegados de enseñanza de las Diócesis de Castilla y León reunidos recientemente para analizar las consecuencias de la aplicación de la LOMCE en la región. Según el delegado episcopal de Osma-Soria, Alberto Blanco Blanco, «la conclusión es ciertamente descorazonadora pues la nueva Ley educativa supone una pérdida de más de 1.200 horas semanales de Religión Católica para el próximo Curso 15/16».
La nueva Ley, a juicio del delegado, «plantea dos graves problemas: por un lado, hay que preguntarse si resulta viable impartir con cierta calidad una materia para la que se tiene menos de una hora semanal por mucho que ahora sea evaluable». Además, «en segundo lugar, hay que ver qué hacer con todo el personal que a día de hoy imparte esas clases»; según Alberto Blanco, «muchos verán muy reducida su jornada semanal, lo que conllevará el empeoramiento de sus condiciones laborales». Y ha recordado que no se puede olvidar que los profesores son «madres y padres de familia» que van a tener contratos precarios, un número de horas muy limitado o que tendrán que ser despedidos.
Desde la Delegación episcopal de enseñanza en Osma-Soria se ha recordado «que la escuela debe ofrecer una formación integral a sus alumnos» y cómo la asignatura de Religión Católica contribuye a este fundamental objetivo. «El tratamiento que se da a la asignatura de Religión en la LOMCE es una nueva flagrante injusticia que recorta la necesaria formación en valores -en este caso, cristianos- que se planteaba estos años como solución a la crisis», ha afirmado, para concluir recordando que «de seguirse aplicando de este modo la LOMCE habrá más paro y menos formación humana«.