El sábado 29 de noviembre, en el marco de la Jornada del Voluntariado y el Año Jubilar, Cáritas Diocesana de Osma-Soria organizó una actividad denominada «El Jubileo del Voluntariado». Esta convivencia fue un espacio de encuentro, reflexión y reconocimiento para los voluntarios que dedican su tiempo y esfuerzo a la misión de Cáritas.
Aproximadamente 70 personas participaron en una peregrinación simbólica de cuatro estaciones: la iglesia parroquial de Osma, el cruce de los ríos Abión y Ucero, la iglesia parroquial de El Carmen y la puerta de la Catedral. En cada estación del recorrido se hizo una parada y se leyeron reflexiones inspiradas a la luz de “Dilexi Te” del Papa León sobre el amor hacia los pobres.
La Eucaristía se celebró en la capilla de la Inmaculada de la catedral donde reposan los restos de Beato Juan de Palafox y Mendoza. En su homilía, el Administrador diocesano de Osma-Soria agradeció a los voluntarios su dedicación callada y su servicio a los más vulnerables. Recordó que, frente a un mundo marcado por la incertidumbre, su labor constituye un signo humilde pero eficaz del Reino de Dios, construido con gestos de cercanía, escucha y compasión. Subrayó que el voluntariado es una forma concreta de “bendecir al Señor” y animó a los presentes a velar para no perder la alegría, la motivación y la ternura en medio del cansancio o las dificultades. En el umbral del Adviento, los invitó a ser “encendedores de esperanza” en la vida de quienes acompañan y a vivir este Año Jubilar como un tiempo de renovación interior. Concluyó agradeciendo su entrega diaria y alentándoles a perseverar como artesanos de esperanza en sus comunidades.
En el Centro de recepción de visitantes de la catedral, el grupo disfrutó de la exposición pictórica del sacerdote diocesano Vicente Molina Pacheco.
La jornada concluyó con una comida compartida que fomentó la convivencia y la fraternidad entre los participantes, fortaleciendo así los lazos comunitarios en torno a Cáritas y su labor social en la diócesis.
Esta iniciativa no solo celebra la labor voluntaria, sino que también conecta a los participantes con el Año Jubilar, que es un tiempo especial de gracia, conversión y esperanza para la Iglesia local y para quienes participan activamente en esta tarea solidaria y evangelizadora. Así, se busca renovar el compromiso de servicio desde el agradecimiento y la espiritualidad compartida, en un ambiente de familia y comunidad eclesial. También, refleja el espíritu y valores fundacionales de Cáritas, que desde hace décadas trabaja en la Doctrina Social de la Iglesia para construir una sociedad más justa e inclusiva, atendiendo integralmente a las personas en situación de riesgo o exclusión y promoviendo su desarrollo mediante acciones concretas y acompañamiento cercano.
