El día 26 de marzo (por haber sido el día 25, Domingo de Cuaresma) la Iglesia celebró la Solemnidad de la Encarnación del Señor. Era deseo del Obispo de Osma-Soria, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, como ya se hiciera en los dos años anteriores, que en esta jornada la Iglesia diocesana tuviera un especial recuerdo y bendición para las madres en gestación y sus familias.
Por eso, en ese día, a las siete de la tarde, el Obispo diocesano presidió la Santa Misa en la iglesia de San Juan de Rabanera, en la ciudad de Soria. En dicha celebración Mons. Melgar Viciosa bendijo a las embarazadas pidiendo la protección de la Virgen de la Esperanza durante el embarazo y el parto, como también a las familias que imploran a Dios la gracia de un hijo o están en proceso de adopción.
Como afirmaron los delegados episcopales de familia y vida, el matrimonio formado por Belén Rubio y José Sevillano, «Dios, Padre Bueno, María, Nuestra Madre, y la Iglesia, Cuerpo místico de Cristo, acompañan al ser humano en toda circunstancia de la vida. Nada es ajeno al Señor». Por eso «la bendición de embarazadas es un signo de que nuestra Iglesia diocesana quiere mostrarse a favor de la vida, especialmente la del no nacido y de la madre embarazada. Estamos en tiempos muy difíciles donde la cultura de la muerte irrumpe con sus leyes. Como cristianos y como seres humanos defendamos la vida sin distinciones, sin condenas, con valentía y amor. Cualquier madre embarazada que se encuentre en dificultades puede acercarse a nuestras parroquias y seguro que encontrará una respuesta favorable para ella y su bebé, una respuesta que viene del amor de Dios».
Para las familias de las parroquias de fuera de la capital soriana y que no pudieron acercarse a esta celebración, la Delegación de familia y vida envió una oración a los presbíteros diocesanos para que pudieran convocar a las madres en gestación en las diferentes iglesias parroquiales de la Diócesis y así pudieran bendecirlas al final de la Santa Misa de ese día.