Los actos centrales del 350 aniversario del «Dies natalis» de Sor María dieron comienzo con la llegada paulatina de los peregrinos norteamericanos, llevando a cabo así la V peregrinación por la Causa de la Madre Ágreda. Esta iniciativa surgió en el año 2011; en ella los devotos de Sor María de Jesús en Estados Unidos peregrinan a lugares en los que perdura la presencia de Sor María y su labor evangelizadora (San Angelo, Misiones Salinas, Mountainaire, Isleta, Ágreda) para mantener vivo el legado de la Venerable y apoyar su Causa de Beatificación. En el año 2012, siete peregrinos de Ágreda tuvieron la dicha de participar en la II peregrinación. En este año 2015, en la V peregrinación, fueron los devotos de EEUU quienes llegaron al Monasterio de la Concepción de Ágreda.
En primer lugar, vinieron los descendientes de la tribu jumana, elegida por Sor María por «estar proclives a recibir el Evangelio». Procedentes de la tierra de sus antepasados, Redford en la junta de los ríos Concho y Bravo, en la frontera entre EEUU y México, llegaron Enrique Madrid (historiador de la tribu jumano-apache) y Jerry Luján (actual líder de la iniciativa Margil-Sor María en Nuevo Méjico). En segundo lugar, llegó el equipo de grabación del documental titulado «La aguja y el hilo», constituido por cuatro personas y dirigido por el director y guionista de documentales Victor Mancilla, procedente de Los Ángeles, California. El documental fue iniciado en 2012 a instancias del anterior líder de la iniciativa Margil-Sor María, Dr. Herry Casso, de feliz memoria. En último lugar, vinieron los integrantes de la delegación de Isleta (Nuevo Méjico) compuesta por cuatro personas: Paul Torres (gobernador de los indios Pueblo de Isleta, mancomunidad constituida por un total de 19 grupos distintos) y su esposa Genoveva Torres, el jefe tribal Frank Luján y su hijo Felipe Luján.
A la hora del Ángelus del viernes 22, los devotos de Sor María se dieron cita, un año más desde el 2007, delante de su estatua en la Diputación provincial de Soria para homenajearla, rezar por su Causa y hacer una ofrenda floral. El sacerdote agredeño Javier Santa Clotilde Ruíz estuvo al frente de este sencillo pero emotivo encuentro.
La mañana del sábado 23 comenzó con la acogida de los peregrinos en el atrio del convento y la llegada del Obispo de Osma-Soria, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, que presidió la Santa Misa conclusiva de la novena del Espíritu Santo. A continuación, se procedió a la entrega de premios del concurso escolar diocesano «Soy amig@ de Sor María de Jesús», que estaba destinado a estudiantes del área de Religión y tenía tres categorías. Participaron más de 1000 alumnos de toda la Diócesis que cursan Primaria, Secundaria y Bachillerato; los premios los entregaron el Obispo y la abadesa del convento, Sor María Vega.
A las seis de la tarde dio comienzo la ofrenda floral a la Venerable: un gran número de miembros de las distintas asociaciones, cofradías, grupos parroquiales y fieles laicos peregrinaron desde el santuario de la Virgen de los Milagros hasta el Monasterio de la Purísima Concepción. Precedidos del estandarte de la patrona de Ágreda, los jóvenes, niños y adultos fueron cantando y rezando el Santo Rosario hasta llegar al convento, donde concluyó la oración mariana y se rezó la oración por la Causa de Beatificación de Sor María. A continuación, se realizó la ofrenda floral en la estatua del atrio del convento. Cerró la ofrenda el grupo de peregrinos norteamericanos que portaban una cala blanca cada uno.
El Domingo 24 de mayo, «Dies natalis» de Sor María, se celebró la Santa Misa de la Solemnidad de Pentecostés presidida por el carmelita P. Rafael Pascual Elías, predicador de la novena del Espíritu Santo, y acompañada musicalmente por la Coral «Villa de Ágreda» dirigida por Jesús Villarroya. Fue un momento de profunda espiritualidad, de agradecimiento por las gracias concedidas a lo largo de los 350 años y de esperanza en la reapertura de la Causa de la Venerable de Ágreda.
Antes de finalizar la Eucaristía se vivió una jornada histórica puesto que los dos grupos de peregrinos indígenas entregaron unos regalos a la abadesa en agradecimiento a la obra evangelizadora de Sor María en el Nuevo Mundo: en primer lugar, la delegación de Isleta presentó una escultura modelada con arcilla roja de la zona que representa a Sor María rezando y protegiendo a los habitantes de Isleta; la obra está realizada por la artista local, Robin Teller-Velardez. Por su parte, los jumanos entregaron un rosario de turquesas y una perla del río Concho: el rosario de turquesas, piedra sagrada para todos los pueblos nativos de EEUU, con su color azul simboliza el cielo; está rematado con un crucifijo que reproduce las cruces del S. XVII que portaban los frailes franciscanos. Este crucifijo representa al hallado en la misión de Santiago Apóstol, fundada por los franciscanos en 1683 en Redford, en la junta de los ríos Concho y Bravo, cuna de los jumanos; la perla en forma de cruz se distingue por su extraordinaria rareza. Con este gesto querían devolver a Sor María el símbolo de la cruz que ella les predicó hace 395 años. La madre abadesa, en nombre de toda la comunidad concepcionista, entregó dos pergaminos: uno para cada delegación «como memoria y recuerdo del 24 de mayo de 2015″ y de su presencia en el 350 aniversario del nacimiento para el Cielo de Sor María de Jesús. Asimismo, agradeció a todos los que habían hecho posible estas celebraciones. El broche de oro del lo puso la Banda municipal de Ágreda, dirigida por Rubén Cueva, que brindó un concierto en el atrio del convento a las seis de la tarde.
Pero esta jornada también tuvo un carácter internacional gracias a la VI oración internacional que había sido enviada a distintos puntos del mundo, especialmente EEUU. Fue en este país, en la ciudad de San Angelo, donde unos 300 devotos de la Venerable se reunieron para celebrar con júbilo el 350 aniversario: a las seis de la tarde comenzó una procesión floral desde el río Concho hasta la casa de ejercicios espirituales «Cristo Redentor» donde se celebró la Eucaristía de Pentecostés presidida por el Obispo de la Diócesis, Mons. Michael Sis, y en la que estuvo presente la nación jumana por medio de Gabriel Carraco, jefe de la tribu jumano-apache. Antes de la Santa Misa, el historiador Gus Clemens ofreció una charla sobre Sor María; y al finalizar la celebración se ofreció un ágape a los presentes. En palabras del prelado, «Sor María ayudó a cambiar nuestro modo de vida para siempre; tenemos una deuda de gratitud con nuestros hermanos jumanos que abrieron sus corazones a la enseñanza de esta dama mística».