El pasado sábado 27 de agosto el Obispo de Osma-Soria, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, recibió la placa, la banda y el diploma acreditativos de su distinción de Capellán Mayor de Honor de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria de manos del presidente de la Diputación de la Casa, el diplomático Francisco M. de las Heras y Borrero. El nombramiento, realizado por la Casa Troncal el invierno pasado, fue aceptado por el prelado oxomense-soriano mediante carta de fecha 21 de febrero de 2011, misiva en la que manifestaba sentirse «muy honrado de que hayan pensado en mi persona para tal distinción», la cual aceptó «de buen grado».
Los actos de la jornada dieron comienzo a las diez de la mañana en la S. I. Catedral. Allí, los cerca de treinta miembros de la Casa Troncal venidos desde distintos lugares de la geografía nacional y europea realizaron una visita guiada al templo catedralicio. Al finalizar la misma, pasado el mediodía y en presencia del prelado oxomense-soriano y los vicarios general y de patrimonio de la Diócesis, se entonó la Salve solemne a la Virgen del Espino y se realizó una ofrenda floral ante su imagen.
Era en torno a las doce y media cuando Mons. Melgar Viciosa recibía las insignias distintivas de su nombramiento como Capellán Mayor de la Casa Troncal en la residencia episcopal de manos del Presidente de los Doce Linajes, De la Heras y Borrero.
Tras la imposición de la banda, la entrega de la placa y el diploma, y los preceptivos discursos, los miembros de la Casa Troncal se trasladaron a un conocido hotel de la Villa episcopal para tener la Asamblea General Ordinaria de esta asociación. Al término de la misma, cercanas las tres de la tarde, se tuvo un almuerzo en presencia del prelado oxomense-soriano y algunos invitados especiales. Durante el transcurso del mismo, en un clima de entrañable cordialidad, Mons. Melgar Viciosa recibió palabras de reconocimiento por parte de miembros de la Casa Troncal, a la vez que expresó «sus más vivos deseos de ser de utilidad a la Casa, ayudando en todo lo que esté en mis manos para el bien y el progreso espiritual de la misma y de cada uno de sus componentes».
La jornada concluyó con una la visita guiada a la Villa episcopal, recorrido que dio comienzo a las cinco de la tarde y que finalizó dos horas más tarde.
En su día, el Presidente de la Casa Troncal agradeció «vivamente la aceptación de Mons. Melgar de la Capellanía Mayor de Honor […], hecho que valoramos y apreciamos como un testimonio más de su entrega y servicio a la comunidad» creyente soriana. Así mismo, definió al actual Obispo diocesano como un «hombre que vive en profundidad los valores evangélicos, manifiesta ser una persona muy sencilla, a la que un título así le suena lejano a su forma de ser, y, con humildad que le enaltece, solicita ayuda para «corresponder a lo que el mismo significa»».
Historia de los Doce Linajes de Soria
El origen de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria se remonta a la época de la repoblación de Soria por el Rey Alfonso I de Aragón, aunque hay autores que sostienen que su origen se encuentra en la época del rey Alfonso VII o Alfonso VIII.
Francisco Mosquera de Barnuevo se limita a consignar que los Doce Linajes Troncales de Caballeros Hijosdalgo Notorios de la ciudad de Soria son antiquísimos, «los cuales lo son tanto -afirma- que no sé yo que haya en España que más lo sea, y lo que acrecienta mucho esta calidad es las singulares grandezas de que gozan, juntamente con los muchos efectos de su notoriedad». En los Doce Linajes no había privilegiados, todos gozaban de igual preeminencia, pintando sus escudos en rueda alrededor de un caballero armado, simbolizando así que su categoría era superior a la del mero noble, infanzón o hijodalgo.
Ningún Linaje era ni primero ni último, sino iguales, «exactos en antigüedad y nobleza», como afirma José Maldonado y Cocat. Por su parte, Vicente de Cadenas y Vicent considera la pertenencia a la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria como prueba de nobleza plena, figurando como tal en la relación de las «Principales Pruebas de Nobleza» que consigna en sus «Apuntes de Nobiliaria».
El Marqués de Dávila nos cuenta que desde un principio poseyeron el privilegio de llevar el Pendón del Concejo de Soria, inherente al principal cargo ostentado por un caballero. De igual forma, ocupaban las dieciocho Alcaldías de Nobles, de superior preeminencia a las otras dieciocho de los hombres llanos o pecheros. Ya en la moderna transformación del Consejo, en los siglos XV-XVI, continuaron con el Pendón, la Alcandía de la Santa Hermandad, doce cargos de regidor, la elección de tres procuradores a Cortes, doce escribanos de número, gran parte del disfrute de la dehesa de Valonsadero, cercana a la ciudad de Soria, y «otros diversos y honrosos cargos», que lógicamente se iban transformando a través del paso de los años y conforme evolucionaba la administración de los asuntos públicos.
Otro privilegio muy especial de los Doce Linajes, que data de 1342 en tiempos del rey Fernando IV, era la facultad de estos caballeros de proteger a las personas reales en campaña.
Pero de entre todos ellos destaca el privilegio de los cien arneses, conferido a los Linajes por el rey Alfonso VIII, confirmado por Sancho IV el 12 de mayo de 1293 en Valladolid y por los restantes monarcas hasta Carlos III. Consistía este privilegio en la donación, por cada nuevo rey que se juraba en Castilla, de cien arneses de guerra, privilegio que llegó hasta los Reyes Católicos, quienes por Real Cédula de 17 de abril de 1476 redimieron este tributo por la entrega de trescientos mil maravedíes, a los cuales renunciaron los Doce Linajes a favor «de su muy amada ciudad de Soria».
La Casa Troncal -hasta el siglo XIX- fue una corporación nobiliaria, pero también fue una «institución política» del Antiguo Régimen que intervenía en el gobierno y administración de la ciudad de Soria. Al comenzar la etapa constitucional, cesa en el ejercicio de sus funciones políticas y administrativas, que pasan a ser desempeñadas por las Diputaciones Provinciales y los Ayuntamientos (Real Orden de 8 de Noviembre de 1836). El 25 de febrero de 1842, se suprime la Diputación de Linajes en cumplimiento de la Primera Disposición de la Real Orden del 8 de noviembre de 1836
Según afirman desde la Diputación de la Casa Troncal «es precisos insistir en que la corporación, como tal, nunca ha estado extinguida, pues la Casa Troncal como institución de derecho familiar sigue la misma suerte de las familias que la integran; es decir: mientras existan familias que desciendan de los Doce Linajes, sigue abierta la posibilidad de reanudar sus actividades. La Casa Troncal nunca ha dejado de existir. Simplemente ha permanecido inactiva». Es por ello que una Junta de descendientes de los Linajes de Soria ha acometido la restauración de la Casa Troncal, a semejanza de otras instituciones nobiliarias. Así, el 3 de agosto de 2009 tuvo lugar la Asamblea de Promotores de la Asociación de Caballeros Hijosdalgo de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria, decidiéndose la constitución de la Diputación de los Linajes y aprobándose sus Estatutos, que fueron remitidos al Registro de Asociaciones del Ministerio del Interior.
Entre otros, son diputados de honor de los Doce Linajes de Soria Su Alteza Real el Príncipe Davit Bagrationi Mukhran Batonishvili, Jefe de la Casa Real de Georgia; o Su Alteza Imperial y Real Don Andrés Salvador de Habsburgo-Lorena y Salm-Salm, Archiduque de Austria, Príncipe de Bohemia y Toscana, Príncipe de Hungría.
Fines de la Casa Troncal
La Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria, propiamente, dos grandes fines: en primer lugar, agrupar en asociación a los descendientes de las familias que, hasta principios del S. XIX, integraron los Linajes que conformaban la Casa Troncal de los Doce Linajes; y, en segundo lugar, promover los intereses generales de la Muy Noble y Leal Ciudad de Soria mediante el ejercicio de una acción de impulso y cooperación cultural, histórica, científica y asistencial.